Paternalismo

En esa apuesta del señor Gil Calvo por un futuro imperfecto ajeno a utopías proféticas, creo que anduvo atinado de intenciones, pero algo paternalista en el tono empleado y definitivamente romo en el ejemplo que abre su artículo. En su lista de errores, me sorprende el tono casi clerical; donde usted puso "error porfiado" o "escéptico" podría poner pecado venial o mortal. Tal vez, en fin, se trate simplemente de su estilo, con el que yo no habría sabido conectar.Menos anecdótico y por ende más grave me parece igualar a Le Pen y a Colom sin ninguna ulterior puntualización por su parte. El señor Le Pen es un nazi, simplemente eso. Ángel Colom, a pesar de estentóreas declaraciones electorales de tono ciertamente mesiánico, ha defendido la no violencia, y prueba irrefutable de ello es el haber conseguido que bastantes miembros de Terra Lliure abandonen las armas para integrarse en Esquerra Republicana. Analice el discurso salvífico de Colom si quiere, descubra en él las contradicciones, el pintoresquismo, el tufillo a sacristía del que anda sobrado e ironice sobre ello, pero no confunda a los lectores con afirmaciones tan irresponsables como algunas del propio Colom.

Desafortunadamente, la suya no es una actitud casual. En tanto que asiduo lector de este periódico, observo que algunas plumas se escandalizan de un fundamentalismo innegable en los nacionalismos periféricos y jamás cuestionan el nacionalismo español, tan agresivo, desconfiado y dogmático como todos. Los hechos consumados, aquí pondríamos los nacionalismos consumados, no deberían escapar a la crítica del intelectual, de aquel que en aras de la tolerancia previene contra los peligros de las verdades sagradas. A tenor de lo expuesto, sugiero que añada a su catálogo de errores uno más: el "error mesetario".