Extremadura se mueve

En lo que va de año, los medios informativos con proyección nacional nos han tenido al tanto a los extremeños de las crisis sectoriales sufridas en otras comunidades autónomas y de las movilizaciones sociales habidas en las mismas. Pues bien, el 25 del mes pasado se celebró en Plasencia, Cáceres, una manifestación multitudinaria que, bajo el lema El norte de Extremadura: camina o revienta, pretendía sensibilizar a la opinión pública del patético abandono que sufre una comarca (con una extensión como Euskadi) de la autonomía más pobre del país. La respuesta ciudadana fue masiva (entre 18.000 y 25.000 asistentes), de lo que no se enteraron en el resto de España por falta de eco informativo; concretamente ninguna cadena de televisión dijo una sola palabra sobre ello.El 8 de abril Plasencia entera paró, la paralización producida por la huelga general (apoyada por todas las fuerzas vivas) ha sido total, un éxito; pero tampoco esta vez ha merecido la más mínima atención en telediarios públicos ni privados, que tan sólo muestran interés por lo que ocurre en Extremadura con las crónicas de sucesos (léase crímenes en Puerto Hurraco, desórdenes nocturnos de la movida cace-

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reña o los tirones de pelo entre Ibarra y el duque de Alba a cuenta de sus fincas).

Y tal parece que es salirse del papel adjudicado cuando se trata de informarle al resto del país de las movilizaciones de toda una sociedad marginada en busca de condiciones más dignas de vida, a lo cual puede contribuir un tratamiento informativo serio y veraz, que lleve las inquietudes y problemas reales de esta comunidad al resto de la nación para una mejor comprensión y un acercamiento solidario.-