Escudero abandonó España tras recibir 10.000 millones por el proyecto Uribitarte

La compañía Uribitarte S.A., declarada en quiebra hace un mes, había recibido unos 5.000 millones de pesetas, pagadas por los compradores de locales, oficinas y garajes en el edificio que estaba construyendo junto a la ría de Bilbao, y casi otro tanto como financiación concedida por Caja Postal y otras entidades. Las obras se interrumpieron cuando estaba iniciada la construcción del edificio Uribitarte I.En el momento de la interrupción se había comprado además un solar para instalaciones complementarias, pagado sólo parcialmente. Esta fue la situación declarada por el promotor, Escudero, a las aseguradoras que habían avalado las cantidades entregadas por anticipado. En la misma declaración, Escudero reconocía "la imposibilidad" de hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones. Escudero abandonó España acto seguido.

El documento, que lleva su firma, está fechado en Madrid, el 13 de septiembre de 1991. Fue entregado a las aseguradoras Mapfre, Crédito y Caución, Asefa y Amaya, ninguna de las cuales instó la quiebra de la compañía que había reconocido sus deudas. Finalmente lo hizo el grupo británico Baltic Trust. De todo ese dinero percibido por las empresas de Escudero, sólo se ha encontrado documentación suficiente para acreditar el uso de 3.300 millones de la Caja Postal.

En total, se habían vendido ya 30.907 metros cuadrados del edificio Uribitarte I, junto con 544 plazas de garaje, siempre según la mencionada declaración del promotor. En el momento de producirse la interrupción de actividad, las cantidades pendientes de cobro y las estimaciones de lo que podría obtenerse por nuevas ventas, hasta el final del proyecto, representaba la posibilidad de ingresar en torno a 10. 000 millones más, lo cual indica que las perspectivas eran buenas.

Venta de locales

Las ventas de oficinas y locales se efectuaron a una media de 232.000 pesetas metro cuadrado, cantidad considerada "por debajo de los precios de mercado" en medios profesionales del País Vasco. Empresas muy conocidas, como Metrovacesa, iniciaron la firma de los contratos de compraventa, en lo que estimaban como la oportunidad de adquirir a buen precio.Esa actitud animó a otros inversionistas. Todavía en julio, Mapfre Vida firmó un nuevo contrato de compraventa por más de 300 millones.

Al margen de la declaración de Escudero, existen dos estudios sobre el agujero patrimonial de Uribitarte. La auditoría de Gescontrol preveía un déficit de 5.700 millones hasta terminar las obras. Sin embargo, un estudio del consultor Fermín López, que participó en las ventas hasta su ruptura con Escudero, en mayo de 1990, eleva ese déficit hasta cerca de 7.000 millones.