Operación en Barcelona para erradicar el fraude en el servicio del taxi

El presidente de la Entidad Metropolitana del Transporte (EMT) de Barcelona, el socialista Joan Torres, anunció ayer el inicio de una "Iucha contumaz" contra los taxistas que cometen fraudes con los pasajeros. Los responsables de la EMT y representantes de los cuatro sindicatos mayoritarios del sector del taxi explicaron que con esta acción quieren lavar la imagen pública de los taxistas. Francisco Galván, presidente del Gremio Unión de Taxistas (GUT), aseguró que este colectivo ha perdido "muchos puntos". Sindicatos y representantes de la EMT coincidieron en señalar que los que perjudican a los usuarios "son un sector minoritario", que cifraron en unos 100 trabajadores de los 11.300 que se dedican a esta actividad en el área metropolitana de Barcelona.

El compromiso de perseguir el fraude es uno de los acuerdos firmados ayer por la EMT y los sindicatos, junto con las nuevas tarifas que empezarán a regir a partir del próximo 1 de diciembre. La bajada de bandera costará 250 pesetas, un 13,8% más que ahora, si la Comisión de Precios de la Generalitat da su visto bueno. Otros acuerdos prevén la creación de un servicio único de radio-taxi con un teléfono de tres cifras, la renovación de la flota de coches, y la puesta en marcha de un nuevo modelo de taxi apto para transportar dos viajeros en sillas de ruedas y cuatro pasajeros.