El fuego arrasa más de mil hectáreas de arbolado en Zamora

Un incendio de grandes proporciones, aunque aún no ha sido cuantificado, asola desde el sábado parte de la reserva nacional de caza de la sierra de la Culebra, al noroeste de la provincia de Zamora y ha calcinado ya 5.000 hectáreas. El fuego obligó a evacuar por unas horas dos pequeñas localidades el domingo. El fuego no podía ser controlado anoche a causa del fuerte viento y varias localidades y un campamento juvenil -con 400 niños estaban preparados para una posible evacuación.El siniestro se inició en la mañana del sábado en Portugal y pasó a terreno español por la localidad fronteriza de Riomanzanas, donde, tras ser controlado en un primer momento, fue reavivado, posiblemente de forma intencionada. A este incendio se ha sumado otro, iniciado el domingo, de características similares cerca de Puebla de Sanabria, entre las localidades de Calabor y Ungilde, que ayer parecía controlado. La superficie quemada, que llegó a tener frentes de más de 10 kilómetros, superaría con. creces las 1.000 hectáreas.

El momento más dramático se vivía en la tarde del domingo, cuando el viento reinante y la abundante masa forestal de la zona avivaron el fuego en dirección a las pequeñas localidades de Santa Cruz de los Cuérragos y Linarejos, cuyos habitantes, poco más de medio centenar, hubieron de ser evacuados.

En Folgoso y Pedroso de la Carballeda, otras dos localidades amenazadas por el fuego durante toda la noche del domingo, el peligro quedó zanjado ayer por la mañana. El peligro también pasó de largo a media mañana para los pueblos de Manzanal de Arriba y Sandín, cuyas localidades se mantuvieron toda la noche en alerta, que no había pasado, sin embargo, para San Pedro de las Herrerías y el campamento juvenil de la Junta de Castilla y León ubicado en esta localidad, con más de un centenar de jóvenes. También en Ungilde, en el otro incendio, hubo alerta de evacuación.

Una vecina de Pedroso de la Carballeda, Teresa López, rnostró su indignación contra los responsables del Gobierno autónomo por no hacer caso a las reiteradas peticiones para que se realizaran cortafuegos. Una queja similar habían expresado vecinos de Calabor y Ungilde.