Una veintena de muertos en combates entre policías croatas y civiles serbios

La presidencia colectiva yugoslava adoptó anoche una resolución en la que se ordena el desarme de todas las formaciones paramilitares de Croacia y la vuelta a sus cuarteles de todas las unidades del Ejército federal que se encuentran en esa república. Franjo Tudjman, presidente de Croacia y uno de los asistentes a la reunión celebrada en el lago de Ohrid (Macedonia), abandonó ésta antes de que terminase, debido, según declaró, "a los últimos acontecimientos sucedidos en Croacia", donde los enfrentamientos entre fuerzas paramilitares croatas y civiles serbios produjeron 20 muertos.

Catorce guardias nacionales croatas y un policía cayeron víctimas de las armas, cada vez más modernas y letales, utilizadas por los serbios. En los combates también murieron cinco civiles serbios."Si lo acordado se lleva a la práctica, la crisis yugoslava puede ponerse bajo control", dijo el presidente de Macedonia, Kiro Gligorov, anfitrión de la cumbre que reunió a los líderes de cinco de las seis repúblicas yugoslavas y a los más importantes ministros federales. Gligorov señaló que la resolución adoptada también pide a los observadores de la Comunidad Europea que vigilan el cese el fuego en la vecina república eslovena y que extiendan su área de operaciones a las zonas croatas en las que se han desarrollado los enfrentamientos.

A pesar de este acuerdo, existen serias dudas sobre hasta qué punto Belgrado y Zagreb ejercen control sobre sus hombres armados, tanto policías como civiles.

El Consejo Supremo de Croacia fue convocado a última hora de ayer para examinar la situación. Los enfrentamientos sucedieron a media tarde en el pueblo de Mirkovci, a unos 120 kilómetros al noroeste de Belgrado.

La llamada Declaración de Ohrid, que consta de cuatro puntos, acordó enviar a dos personas a la zona de los conflictos para examinar los informes contradictorios sobre cómo estallaron.

La revista del Ejército federal, Narodna Armija, advertía ayer que las autoridades de Croacia hacen "un llamamiento histérico a la guerra". Por su parte, los medios de información croatas preparaban a la población de Zagreb a protegerse en caso de un ataque aéreo.