El protocolo real, por los suelos

El aplomo del presidente norteamericano, George Bush, y la ausencia del duque de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, provocaron incidentes protocolarios durante la sesión fotográfica de los líderes de los siete países más ricos del mundo junto a la soberana británica, realizada en el palacio de Buckingham en la noche del martes. Bush, olvidando las mínimas normas de cortesía ante su anfitriona y haciendo gala de una enorme seguridad, fue el primero en sentarse (izquierda), antes de que lo hiciera la mismísima soberana. Asistentes a la recepción posterior señalaron que a la reina "no le hizo ninguna gracia" la falta de tacto del presidente de EE UU. Por el contrario, el resto de los invitados tuvo que echar mano de su educación cuando la reina Isabel se percató de que el protocolo había preparado una butaca para su esposo y éste estaba ausente. Tras unos momentos de confusión y abundancia de gestos, fue finalmente el alemán Helmut Kohl quien tuvo el honor de compartir, junto a Bush y Mitterrand, la primera fila.