Guerra acusa a los sindicatos de algunos descensos socialistas por el paro del día 24

Alfonso Guerra, número dos del PSOE, culpó ayer a los sindicatos como responsables de parte del aumento de la abstención y el consiguiente descenso de votos socialistas en algunas ciudades en los comicios del domingo por convocar una huelga en el sector público el 2,4 de mayo que afectó a numerosos ciudadanos. "Fue un acto antidemocrático, por no decir algo más fuerte", dijo Guerra en una reunión interna del Grupo Socialista en el Congreso en referencia a la convocatoria sindical, según varios asistentes a la reunión. El vicesecretario general del PSOE, fue más lejos cuando respondió a un parlamentario que inquirió si el Ejecutivo no debería impulsar ya una ley de huelga para limitar ese derecho, que las centrales ya llevan varias veces amagando y va a ser cuestión de empezar a dar golpes, según relató un diputado a Europa Press.

Los dirigentes socialistas se habían manifestado de forma muy prudente durante la campaña electoral al ser requerida su opinión sobre los paros convocados por la UGT y Comisiones Obreras en el sector público, aunque Alfonso Guerra ya adelanto su impresión al señalar días antes de la celebración de la huelga: "Llama la atención que esos paros se hagan en tiempo electoral, lo que no ocurre en ninguna parte de Europa".Siempre según la narración de distintos parlamentarios presentes en la reunión, el vicesecretario general socialista se detuvo ayer mucho tiempo en analizar la abstención para llegar a la conclusión de que la derecha había movilizado notablemente "a los suyos", a la vista de la alta participación que habían registrado los barrios habituales de la derecha en algunas grandes ciudades.

Los socialistas, por ejemplo, han concluido que el PP cuentan con una estructura sólida en Madrid y llaman la atención sobre la movilización de sus partidarios que acudieron masivamente a votar el día 26, en tanto que barrios de tradición socialista ni hicieron uso de su derecho al voto, según dijo ayer Alfonso Guerra en la reunión del grupo socialista en tono descriptivo.

Por el contrario, "en las zonas obreras" y en las que viven ciudadanos de clase media-baja la abstención había sido mucho más alta que en anteriores elecciones.

Aun así, Alfonso Guerra se mostró satisfecho "por el trabajo del partido en las zonas urbanas" y atribuyó aleIsfuerzo del partido en esos núcleos el que los socialistas hayan recuperado algo de ese veto, que inició su descenso en los comicios de 1987.

En el terreno de las (declaraciones públicas, Alfonso Guerra señaló que el PSOE había ganado "claramente" estas elecciones al ser el primer partido en nueve comunidades autónomas y que la diferencia en relación con el Partido Popular por provincias "es espectacular".

El número dos del PSOE ironizó sobre las declaraciones poselectorales del presidente del Partido Popular, José María Aznar, en el sentido de que esta fuerza política había roto el techo que previarnente se le había fijado. "Aznar dice que ha roto no se qué techo, pero lo cierto es que no ha roto nada, ya que con Fraga en 1983 ese partido tuvo más votos y más concejales, pero cada cual es muy libre de hacer la extrapolación que desee".