Gorbachov viaja a Moldavia para acallar las críticas

El presidente soviético, Mijaíl Gorbachov, a menudo criticado por sus conciudadanos por viajar más por el extranjero que por su propio país, realiza hoy una visita a la República de Moldavia, una de las zonas de la URSS donde los conflictos interétnicos son más agudos. La oficina del portavoz presidencial confirmó ayer que la visita durará varias horas y que Gorbachov estará de vuelta por la noche en Moscú.

El presidente pasó la mayor parte de la jornada de ayer en la conferencia de la Organización Comunista de Moscú, que atraviesa una grave crisis. Gorbachov, que debía intervenir anoche ante los comunistas de Moscú, tomaba notas y aparecía relajado y sonriente mientras se sucedían las intervenciones de la conferencia que debía decidir en votación si confirmaba en su cargo a Yuri Prokofiev, el actual líder del PCUS en Moscú, o se decidía por un candidato más conservador. Prokofiev, un centrista, manifestó que el ritmo de democratización del partido va por detrás del de la sociedad y criticó las concepciones de paso al mercado de los responsables del Ayuntamiento, dominado por los reformistas al margen del PCUS. La mitad de quienes abandonan el partido en la capital son trabajadores, afirmó Prokofiev, según el cual, "la clase obrera" es la que menos ha obtenido de la perestroika y debe ser protegida por el PCUS en la transición al mercado.Fue a Lituania

La visita a Moldavia es la primera que realiza Gorbachov a una zona afectada por un conflicto nacionalista en caliente donde se ha vertido ya la sangre, si se exceptúa el viaje que hiciera el líder soviético a Armenia en diciembre de 1988 con motivo del terremoto que asoló la zona. En enero de este año, Gorbachov visitó Lituania, donde las tensiones nacionalistas, a pesar de ser intensas, no se habían traducido en violencia.

Gorbachov ha renunciado a viajar a Oslo, como era su intención, para recibir el Premio Nobel de la Paz el 10 de diciembre. Con la visita a Moldavia, el presidente reacciona ante uno de los principales reproches de sus compatriotas desde la catástrofe de Chernóbil, cuando fue acusado de no compartir la desgracia de su pueblo.

Boris Yeltsin, el presidente de la Federación Rusa, efectuó el pasado verano un periplo de tres semanas por toda la geografía rusa, lo que provocó comparaciones desfavorables para Gorbachov.

El Frente Popular de Moldavia, que defiende los intereses de la población rusohablante, ha anunciado manifestaciones masivas durante la visita de Gorbachov. Moldavia, que declaró su soberanía nacional en junio, tiene tres comunidades étnicas enfrentadas entre sí. Por una parte están los moldavos, que son algo más de 2,7 millones de personas y constituyen el 64,4% de la población de la república, según el censo de 1989. Por otra, los eslavos -ucranios y rusos- que conjuntamente son el 26,7% de los habitantes de la república. El tercer grupo étnico son los gagauzos (turcos de cultura cristiana), que son el 3,5% de total. Tanto los gagauzos como los rusohablantes han formado sus repúblicas secesionistas, que se oponen a la política llevada a cabo desde Kishiniov por el Parlamento moldavo.

Los eslavos de Moldavia, que mayoritariamente residen en la ribera izquierda del Dniester, constituyen la base de la industria de la república.