A la tercera fue la vencida

Jim Snidero + NeobopDespués de dos ocasiones fallidas por problemas económicos o de incompatibilidad de fechas, por fin, a la tercera, se consumó la reunión del saxofonista Jim Snidero y Neobop, uno de los grupos más veteranos de la escena madrileña. Estos contactos tan superficiales suelen acabar mal, a menos que todos los implicados sean lo bastante profesionales y pongan toda la carne en, el asador.La primera condición, la e profesionalidad, se cumplia `porque Snidero ha estudiado en la North Texas State University, donde debieron darle alguna pócima milagrosa que le trastocó los genes convirtiéndole por arte de birlibirloque en jazzman íntegro. Y los miembros de Neobop, por su parte, también han llegado a dominar las reglas del juego, aunque no sea por efecto de ninguna escuela de propiedades mágicas. El segundo requisito, el de la entrega, estuvo condicionado a multitud de factores y tuvo sus altibajos.

El ambiente en el Central no era precisamente de atención extrema, y el quinteto empezó fríamente con Beatrice, composición de Sam Rivers, en la que todos tuvieron solos para desentumecer músculos. Algún beneficio debieron obtener, porque en I hear a rhapsody, las cosas fueron a mejor e incluso se encontraron en condiciones de afrontar la difícil prueba de la balada con una bonita pieza del pianista Chano Domínguez. Sin embargo, no fue hasta el inmortal Straight no chaser, de Monk, cuando todos empezaron a funcionar a buen gas.

En la segunda parte siguieron por los mismos derroteros con el clásico de Benny Golson Stablemates; la balada de Chacón que vino después fue tan enérgica que pareció casi coltraniana. El líder presentó un tema propio, Reluctance, incluido en su último disco para el sello neoyorquino Ken Music, aunque accedió a que el colofón lo pusieran Neobop con el tema que utilizan para despedir sus conciertos.