El sínodo debate el papel de la mujer entre los seminaristas

El problema del sexo y de la mujer sigue protagonizando las intervenciones de obispos, cardenales y teólogos en el sínodo que se está celebrando en el Vaticano. Centradas en debatir la formación del clero, se ha barajado la hipótesis de permitir la entrada del psicoanálisis en los seminarios, la presencia en los mismos de mujeres como "educadoras espirituales" y se ha criticado el modo "malsano" y "poco cristiano" con el que hoy se forma a los seminaristas en relación con la mujer.Ante la presencia del Papa, el teólogo Timothy J.Costello, de la congregación de los maristas y experto del episcopado de los EE UU, ha pedido que para estar seguros de la autenticidad de una vocación al sacerdocio se use el psicoanálisis. Como en una clase sobre Freud, el teólogo les habló a los Padres Sinodales -y el Papa escuchaba atento con la mano apoyada sobre el carrillode la importancia de conocer "el nivel subconsciente" de los seminaristas, los "bloques ocultos", las "rernociones" y la "doble personalidad".Por su parte, el arzobispo neozelandés Gerad Loft, denunció que a los seminaristas se les siga formando de modo "malsano" y "poco cristiano", ya que se .les educa con todos los prejuicios contra el sexo femenino y salen del seminario incapaces de "comunicar con la mujer que supone el 50% de la Iglesia".Para obviar esta carencia de formación en el conocimiento de la mujer, el cardenal Decourtray, presidente de los obispos franceses, ha llegado a proponer para la mujer en la Iglesia, dado que no se le permite entrar al sacerdocio, la de "asistente espiritual" del seminarista. Dicha peticion es un eco de un importante documento que la Unión Internacional de Superioras Generales de órdenes y Congregaciones religiosas han presentado al sínodo en el que se critican las decisiones de la Iglesia por "deinasiado machistas y clericales", se aboga por la introducción en la Iglesia católica de rito latino de un clero casado, como ya existe en la Iglesia católica de rito oriental, y se pide también la presencia de religiosas como "educadoras" en los seminarios.