Ceuta y Melilla

En su trabajo sobre Ceuta y Melilla me llamaron la atención las opiniones del señor Goytisolo y del señor Castellano. Habla Goytisolo de la propuesta de sentarse a discutir el tema para devolver "sin traumas estos tres enclaves a sus legítimos dueños". Da por sentado la no españolidad de Ceuta y Melilla; entonces, ¿qué discutir? Supongo que Goytisolo estará más versado que yo en historia para hablar de legítimos dueños, pero creo que ha olvidado que la historia de estas dos ciudades habla de España. Si negamos la españolidad de Melilla o de Ceuta, también debería Goytisolo negar la de Navarra, pues Melilla es española 14 años antes que ésta. Por la misma argumentación, España debería reclamar el Rosellón a Francia, pues fue arrebatado a España 178 años después de que Melilla fuera española. Al hablar de legítimos dueños, ¿hasta cuándo hemos de remontarnos? ¿Hasta los tiempos de Roma en que el norte de Africa dependía de Hispania con el nombre de Nova Hispania Tingitana, hasta el reino visigodo en que Ceuta pertenecía a él, hasta el califato de Córdoba en que el norte de Marruecos dependía de él? No, señor Goytisolo, sus legítimos dueños, si es que la historia le merece algún valor jurídico o como antecedente, somos nosotros, España. ,La exposición del señor Castellano va por otros derroteros, el anticolonialismo. Nunca ha considerado España como colonias a esas dos ciudades; esa afirmación sólo se apoya en cuestiones geográficas. Por esa misma razón, Llivia debería ser francesa, Canarias debería ser marroquí, pues está en África, y, según eso, ¿por qué no seunen Portugal y España? Habla de "tutelar los legítimos derechos de la po blación española y bereber", es decir, que este señor considera lo español como una raza, al igual que la ultraderecha patriotera. ¿Por qué no habla de españoles y marroquíes? ¿O es que sigue considerando lo católico como español y lo musulmán como marroquí? Los musulmanes españoles se sienten muy orgullosos de serlo, y de que Ceuta y Melilla, su tierra, no sean, como dice usted, colonias de España, sino de ser España.- Dionisio García Flórez.