Las grandes fortunas no podrán 'disfrazar' el IRPF al simular rentas bajas

El nuevo impuesto sobre el patrimonio -además de elevar la progresividad y el mímino exento con el objetivo de que paguen más los patrimonios superiores a los 100 millones de pesetas- intentará evitar una vía de elusión fiscal muy practicada, según Solchaga por las grandes fortunas.El límite conjunto en la tributación de renta y patrimonio es la vía que se utiliza para eludir el pago de impuestos. En la actualidad, la deuda tributaria total entre el IRPF y el impuesto sobre el patrimonio no puede superar el 70% de la base Imponible en el IRPF. Con este límite se intenta evitar que entre los dos impuestos Hacienda se quede con toda la renta del contribuyente.

El problema surge con contribuyentes que tienen grandes patrimomos rústicos sin explotar y que, por tanto, no generan renta, o con titulares de empresas familiares que no cotizan en bolsa ni reparten dividendos y en las que el empresario se asigna un sueldo reducido. En ambos casos, un patrimonio muy elevado convive con una renta muy baja, con lo que estos contribuyentes no pagan ni por renta ni por patrimonio. Para evitarlo, el nuevo límite conjunto, que se mantendrá en el 70%, introducirá una imputación sobre los beneficios empresariales no distribuidos.