Fomentar el ahorro de las familias

Con relación al ahorro, Borrell discrepa de quienes denuncian su caída en los últimos años. En su opinión, y así lo manifestó el pasado jueves durante una conferencia pronunciada en Barcelona, "el ahorro nacional muestra una tendencia descendente hasta 1983 [véase el gráfico adjunto]. Desde entonces no ha dejado de aumentar, situándose en la actualidad por encima de la media de los países de la OCDE". Borrell, sin embargo, reconoció la preocupación del Gobierno por la caída del ahorro familiar, que ha descendido algo más de un punto en su participación en el PIB entre 1982 y 1988. En su opinión, ello se debe a que "el sector de las familias ha perdido peso en el conjunto de la renta nacional a favor de las empresas y las administraciones públicas. La caída del ahorro familiar en porcentaje del PIB es, en parte, reflejo de un proceso de redistribución de la renta".En opinión de Borrell no es del todo cierto que la presión fiscal directa sea la causa de este estancamiento del ahorro de las familias. Éste sería un factor más, al que habría que añadir otros de mayor peso: el aumento de la riqueza de las familias en los años ochenta ha dado lugar a una necesidad menor de ahorrar; el progresivo envejecimiento de la población de los países occidentales parece estar presionando a la baja sobre sus tasas de ahorro familiar, ya que los individuos son más propensos a ahorrar en la juventud, para asegurar su futuro, que en la vejez; la desaceleración de la inflación en los años ochenta; la mejora de las infraestructuras sociales (sanidad, educación, pensiones), o la liberalización de los mercados financieros, que ha permitido a la población comprar bienes primero y pagarlos después, en lugar de primero ahorrar para luego adquirir.