Lancia culpa a los mataderos de los envenenamientos por comer hígado

La intoxicación de 42 personas por ingerir hígado de ternera que contenía un agente tóxico sin identificar es una prueba de que no existe control sanitario de los productos en los mataderos, porque carecen de medios para ejercerlo, según la asociación de consumidores Lancia, de León. Los afectados se envenenaron entre el 27 de marzo y el 4 de abril (véase EL PAÍS , 28 de abril) y pertenecen a familias de Asturias, León y Valencia.Lancia, que ha venido denunciando el engorde artificial de ganado vacuno con productos prohibidos por la Comunidad Europea (CE), lamenta que la investigación, al haberse iniciado después de pasados los efectos de las intoxicaciones, no pueda llegar a aclarar cuál ha sido el producto tóxico y en qué mataderos se han sacrificado las reses.

Aunque hasta que no concluyan las investigaciones nadie se aventura a adelantar hipótesis sobre la causa de las intoxicaciones, Lancia baraja la hipótesis de que el agente tóxico pudo ser ingerido en vida por los terneros, ya que los intoxicados residen en una zona donde existe una amplia cabaña ganadera.