Nieto se arrepiente de su retirada

ENVIADO ESPECIAL "Aquí se pasa mucho miedo; se pasaba antes y se pasa ahora", comenta Ángel Nieto, 13 veces campeón del mundo de motociclismo, mientras pasea por el box del circuito de Suzuka, donde esta madrugada se habrá disputado el Gran Premio de Japón de velocidad, primera prueba del Mundial. Nieto está en Japón por su vinculación a la firma Ducados, como comentarista de TVE y como padre de la armada española. Nieto reconoce haberse arrepentido de dejar de correr. "Si cuando dejé de correr hubiese sospechado que venía una movida de estas dimensiones, tanto económica como técnica, me quedo dos o tres años más para aprovecharlo".

Nieto, que durante estos días cambia impresiones con viejos amigos como Giacomo Agostini, el único que tiene más títulos que él (15), Barry Sheene o Carlos Lavado, no se arepiente de haber nacido 10 años antes. Está orgulloso de que su motociclismo, el que le lanzó a la popularidad por sus 90 victorias en grandes premios y gracias a la televisión, haya alcanzado tamaña fama. A Nieto lo que le sabe mal es que su época no se ganase el dinero de ahora o no hubiera los adelantos tecnológicos de ahora.La satisfacción de Nieto, sin embargo, es que antes el motociclismo era más agradable. "Se pasaba tanto miedo como ahora, pero al terminar un gran premio seguíamos siendo tan amigos y celebrábamos el final con una fiesta". Nieto recuerda con nostalgia su carrera deportiva. "La verdad es que tenía un estilo muy bonito de correr. Pensaba muy bien las cosas, sabía lo que hacía. No era un majara de la moto y lo malo es que no he tenido posibilidades de enseñar todo lo que sé. Tal vez Tormo tenía cosas mías".

Nieto no se considera el padre. de los pilotos españoles que ahora corren el Mundial, aunque le gustaría que alguno de ellos le reconociera sus meritos. "Hice grandes carreras contra Sheene, ante De Vries, Bianchi, Andersson o Parlotti. Todavía me acuerdo cuando llegaba a Barajas y me saludaban con un sencilo: 'campeón, ayer hiciste una gran carrera' pronunciado por el vista de aduana".

El campeonísimo español también recuerda la pobreza de su época. "Me bajaba de la moto y me metía en un coche a comerme una hamburguesa. Ahora el que no tiene un camión vivienda dispone, como aquí, en Suzuka, de todo un apartamento". La conversación con Ángel se produce concluidos los últimos entrenamientos oficiales de Japón. "Mira, hace cinco minutos que han terminado los entrenamientos y no hay ni un solo piloto en el paddock. Se ha perdido aquel ambiente cordial, donde jamás rechazábamos una conversación".

Y Nieto pasa a recordar aquellas fiestas que se realizaban la noche del gran premio en fastuosos escenarios donde se juntaban los pilotos. "Ahora ni siquiera hay reparto de premios; nada más concluir la carrera cada uno se escapa y se va a su casa". "Aquellas fiestas", añade Nieto, "eran estupendas. Allí sacabas la adrenalina acumulada, la tensión y todo el miedo. Antes eramos amigos; ahora casi se odian".

Nieto, de 43 años, sólo guarda un mal recuerdo de las motos: la experiencia de montar un equipo para Carlos Cardús. "Fue un desastre, y me dejé la vida. Nunca volveré a dirigir un equipo".