La fiesta del Palasport

El Palasport de Bolonia, la industriosa ciudad del norte de Italia que desde hace más de cuatro décadas está regida por ayuntamientos comunistas, alberga desde ayer, y hasta el próximo día 10, a 1.091 delegados, cerca de un millar de invitados extranjeros y unos 700 periodistas que deberán compartir los 1.500 metros cuadrados con que cuenta la sala de prensa.El coste de los trabajos de organización del congreso comunista asciende a unos 300 millones de pesetas. Han ocupado a unas 4.000 personas, el 80% de las cuales lo ha hecho a título voluntario. Más de 400.000 comunistas han participado en los debates precongresuales, "el más grande festival de la participación política visto en Italia desde los años setenta", como ha escrito el semanario Panorama. Sin embargo, el propio director del diario comunista L'Unitá, Massimo d'Alema -gran portavoz de la corriente partidaria de la transformación reformadora del PCI-, no se muestra tan satisfecho con ese nivel de participación.

El Partido Comunista Italiano cuenta hoy con 1,431 millones de militantes, después de haber perdido más de 300.000 en la última década.

D'Alema considera "motivo de reflexión el porcentaje de participación [cerca del 35%], que responde a una práctica basada en la delegación y que es un mal enraizado en la realidad de las relaciones entre los partidos y la gente".

D'Alema cree que es una razón de más para refundar el Partido Comunista Italiano y elevar su debate interno reduciendo al mínimo las mayorías silenciosas.

Las mujeres aportan más del 28% de los delegados, entre los que siguen siendo mayoría los obreros, el 36,5%, aunque su participación ha bajado algo más del 4% con relación a anteriores congresos. Siguen en importancia los jubilados, pero éstos ya tienen un porcentaje inferior al de las mujeres.