Menos deudas y más problemas

Miguel Ángel Pérez Herrán, apodado El Fino por sus compañeros de mus, presidente del Valladolid desde diciembre de 1986, comenzó de forma avasalladora su mandato, que finaliza este año. Ya ha anunciado públicamente que no se presentará a las elecciones, convocadas para el próximo mes de junio.En febrero de 1987, Herrán, tuvo su primer roce con la Prensa cuando viajó de incógnito a Chile para fichar de nuevo al técnico Cantatore, quien había dimitido en la primera jornada de Liga, cuando todavía ejercía como entrenador del equipo Javier Azcargorta.

Herrán, ex vocalista del conjunto Los lagartos y dueño de varias tiendas de ropa, repitió su traición esta temporada, cuando, pese a estar el yugoslavo Skoblar como entrenador, entró en contacto con el ex madridista Juanito para ficharle como técnico.

Herrán, en cambio, ha mejorado la situación económica del club. En junio de 1987 había una deuda de 360 millones de pesetas. Ahora, con sólo 38 millones, es el club de Primera División que menos deuda ha declarado ante la Liga de Fútbol Profesional.

Herrán ha logrado lo que muchos califican como milagro. El Valladolid es el club de Primera con más bajo porcentaje de socios en relación con los habitantes de la ciudad, y el equipo que menos recaudaciones logra en su campo.

Pero el milagro se queda en menos si se tiene en cuenta que el dinero ha llegado por el traspaso de buenos jugadores a equipos grandes: Eusebio, Torrecilla, Juan Carlos y los hermanos Hierro. Era una solución obligada, ya que, como dice el técnico Redondo, si no se traspasan, cuando terminan su contrato quedan libres y fichan por un conjunto que les ofrece más dinero: "Nosotros no podemos subirles el sueldo, porque aumentaría nuestra deuda. Además, no tenemos patrimonio, como otros equipos".