Residuos de hospitales, industrias y centrales nucleares

Para apoyar los argumentos de sus directivos, Enresa ha editado un vídeo. Sus primeras imágenes muestran un hospital. En su interior, una médica, que una voz en off identifica como la doctora González Díaz, decide someter a un niño a un tratamiento con isótopos radiactivos de tecnecio para intentar curarlo. Inmediatamente después aparecen imágenes de una planta embotelladora de cerveza que utiliza medidores de nivel de cesio radiactivo. Con ello se intenta subrayar que buena parte de los residuos que acogerá El Cabril provienen de activiades bien consideradas por el conjunto de la población. Con todo, el mayor volumen de residuos de baja y media actividad, junto con la práctica totalidad de los de alta -que no irán a El Cabril y constituyen un problema que tardará décadas en resolverse-, los generan las diez centrales nucleares españolas.

Otra fuente de residuos son los pararrayos radiactivos, que deben ser retirados por Enresa y almacenados en un clepósito adecuado. De momento, sin embargo, ello no es posible porque los numerosos intentos de hallar un emplazamiento han chocado con las autoridades locales o autonómicas. Ante la imposibilidad de hallar un lugar en España, la empresa nacional de residuos estudia la posibilidad de llevárselos al extranjero.