España brilló por su ausencia

La presencia española al más alto nivel en la reunión extraordinaria de la OTAN brilló por su ausencia. Felipe González se quedó en Madrid, retenido por el debate de investidura. El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, varió a última hora su plan y tampoco viajó a Bruselas, a pesar de que no es diputado. "Fue una petición expresa y concreta del presidente", declaró Fernando Perpiñá-Robert, secretario general de Política Exterior, que encabezó la delegación española, pero no pudo llenar el hueco de González, el único ausente de una reunión de los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Atlántica.

Ni siquiera hubo reacción oficial, salvo algún comentario socarrón y la opinión de un diplomático de que se trata de "un error político,de España". Como dato curioso, en la foto de familia. la primera que se pierden González y Ordóñez desde que están en el Gobierno, Perpiñá-Robert quedó relegado a una esquina.

La Intervención española, aplazada para después de la comida, se centró en señalar Ios peligros de una situación de inestabilidad incontrolada provocada por los cambios en el Este, pero también llena de esperanza de un orden mejor". Perpiñá-Robert hizo también una llamada a la necesidad de una mejor cohesión entre los aliados".

No es que alguien esperara una aportación fundamental española al diálogo con el Este, el desarme o la reunificación alemana, pero nadie contaba con que el Gobierno diera la espalda a un encuentro clave para el nuevo equilibrio de Europa, sobre todo cuando fuentes de la Moncloa, hace unos dias. se esforzaron en dar a conocer a los periodistas "la iniciativa decisíva" de Felipe González a la hora de convocar la cumbre de los doce celebrada el pasado 18 de noviembre en París.

El celo mostrado en anteriores ocasiones por el presidente del Gobierno para cumplir con Ias nuevas y redobladas obligaciones de España en la escena internacional", pareció haberse olvidado casi por completo ayer.