Isabel Pantoja

Isabel Pantoja sigue despertando expectación y pasiones. De negro riguroso, falda pomposa de encajes y chaquetilla de terciopelo con más encaje, su característico pelo tirante negro que le caía trenzado sobre un lado del cuerpo, Isabel Pantoja reunió en la noche del lunes en Madrid a numerosos admiradores incondicionales, periodistas y fotógrafos para la presentación de su último disco, Se me enamora el alma, cuyo autor es José Luis Perales.

La presentación fue una mezcla de repaso de sus anteriores discos, de explicación del momento artístico que atraviesa la tonadillera -"más fuerte y entera que nunca"-, del porqué de las canciones de este nuevo elepé -Déjame descansar en ti, "porque es romántica"; Buenos días, tristeza, "porque es solitaria"; Aleluya, "porque es tremendamente optimista"-, y del morbo que le sigue rodeando desde la trágica muerte de Paquirri, a pesar de haberse cumplido ya cinco años.

Acompañada de su troupe familiar, madre, hermanos y otros miembros, Isabel Pantoja, con permanente sonrisa, repitió una y otra vez, hasta la saciedad, que no está enamorada. "No estoy enamorada, no quiero estarlo, estoy feliz así. He tenido un amor y lo he vivido más que nadie", dijo la tonadillera. "De momento, tengo el alma enamorada -dijo, haciendo referencia al título del disco-, "por algo se empieza". "¿Tantas ganas tenéis de verme casada?", preguntó a los periodistas.

A pesar de declararse feliz, a Isabel Pantoja no le importa que le fomenten su imagen de soledad. Una soledad que comenzó con la muerte del torero. Sin embargo, Isabel Pantoja asegura que ella no vive del mito de Paquirri. "Tengo la misma categoría humana que cuando me parió mi madre", dijo cuando se le preguntó al respecto, respuesta que provocó entusiastas aplausos de sus incondicionales.