El presidente de EE UU, actor de un montaje contra el narcotráfico

El presidente de Estados Unidos, George Bush, accedió encantado cuando sus ayudantes le propusieron que blandiera ante las cámaras de televisión una bolsa de plástico que contenía crack -el mortífero derivado de la cocaína que más muertes ocasiona en EE UU- para aumentar el dramatismo de su intervención el pasado día 5, en la que anunció su estrategia para combatir el narcotráfico. Lo que no le dijeron es que la puesta en escena iba a requerir un montaje.Para complacer a los autores del discurso de Bush, los agentes de la policía antidroga, la Drug Enforcement Administration (DEA), tuvieron que escenificar una detención y atraer a un camello auténtico al parque Lafayette, que se encuentra frente a la Casa Blanca. El camello era observado por seis agentes de la DEA, que no lo habían detenido todavía esperando conseguir una captura importante.

Pero Bush tenía que pronunciar su discurso y había que incluir un párrafo que demostrase la extensión de la droga en Estados Unidos. "Este crack fue confiscado hace pocos días a pocos metros de la Casa Blanca", dijo Bush, inconsciente del montaje de sus ayudantes.

Un agente encubierto citó al camello en el parque Lafayette para la operación. Cuando el vendedor preguntó dónde estaba el parque, el falso comprador le dijo: "Delante de la Casa Blanca". "Y ¿dónde coño está la Casa Blanca?", preguntó el camello. La operación se consumó y el agente pagó 2.400 dólares por la mercancía comprada. La DEA ha defendido el montaje como intrascendente. "¿Qué importa que la operación se llevara a cabo delante de la Casa Blanca o delante del Tribunal Suprerno?", ha preguntado William McMullan, director de oficina de la DEA en Washington. "Lo importante", añadió, "era infundir dramatismo al mensaje del presidente, y eso se ha conseguido".