Cruyff provoca el caos en el Barcelona

El Barcelona salió a jugar sin enterarse de que en Valladolid comenzaba la Liga. Los chicos de Cruyff, tras escuchar la charla técnica que les ofreció el maestro, llegaron a la conclusión de que se había alargado la pretemporada. Al final, el equipo azulgrana fue ridiculizado. Perdió por 2-0, pero, si no hubiese sido por Zubizarreta, habría sido goleado. Y todo, gracias a Cruyff.Nadie sabe lo que pretende el mister. Resulta que obligó a malvender a Lineker, tras matarle como extremo, y exigió al presi dente, Josep Lluís Núñez, que empeñara hasta su firma si era necesario para fichar a su com
patriota Koeman. Luego, se pasó un mes largo, toda la pretemporada, divirtiéndose con excentri cidades como la de colocar al diestro Eusebio como interior zurdo o al media punta danéLaudrup como delantero centroo al tapón Milla como volante, mientras se empeñaba en defender al libero Koeman como el mejor cerebro de Europa.
Y el día que empieza la Liga no se le ocurre otra cosa que devolver a Milla a su posición natural de cuatro, a costa de situar a Koeman como un centrocampista cualquiera -posición que, seguramente, no habrá desempeñado en su vida-, y, encima deja a Valverde fuera de la lista y a Eusebio en el banquillo para situar a Laudrup como extremo derecho y darle la alternativa a Lucendo, que la pasada tempo rada sólo disputó un partido en el amateur de la Segunda B y que este año ni siquiera ha realizado la pretemporada con el primer equipo, ya que sólo jugó los amistosos en Figueres y Palamós.
El resultado de tal desaguisa do táctico fue, obviamente, elmismo que en cualquier otro partido de la pretemporada. Koeman todavía no sabe para qué le han fichado, qué es lo que quiere Cruyff de él; a Laudrup ya sólo le falta jugar de defensa; Aloisio no encuentra el sitio para el cruce, y Zubizarreta sigue salvando goles cantados mientras Roberto es el único que da la cara en el ataque. O sea, nada nuevo.
El Valladolid, un equipo que incluso llegó a plantearse el cambio de entrenador a una semana del inicio de la Liga, respondió a las veleidades azulgrana con una ráfaga de metralleta desde las trincheras. Jugando a la contra con cuatro defensas y un medio centro (Minguela) y tres centrocampistas, le negó terreno al ri val a cambio de ofrecerle el dominio del balón y se proyectó en el ataque con pases al hueco de rnoledores.
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