Portadores culpables de segunda generación

Nos gustaría que nos publicaran esta carta en contestación por alusión al editorial de EL PAÍS del pasado 18 de junio, dando así el punto de vista de los afec tados.Cuando, después de cinco años de información y educa ción, se había logrado casi erra dicar el equívoco término de gru pos de riesgo, término incluso desautorizado por la Organiza ción Mundial de la Salud; cuan do los enfermos y portadores del SIDA pensábamos que por una vez se imponía la información se ria, científica, libre de prejuicios y solidaria, asistimos a la acuña ción de otro término que intenta culpabilizar, estigmatizar y lle nar de prejucios a una sociedad que le resulta más cómodo lle varse por ellos que por la educa ción, la información y la solida ridad.

Es más incomprensible aún el saber que la acuñación de este término viene del Ministerio de Sanidad y Consumo, que siem pre ha llevado una línea progre sista, entendiendo por progresis ta una línea de información científica y preventiva frente a otra de persecución y culpabilización del enfermo o portador.

Este nuevo término, sacado de la chistera, es el deportador de segunda generación, unido a un frase no exenta de mala inten ción: "Al que la sociedad puede considerar culpable"; es decir, se

ha abierto la veda.Habría que puntualizar y responder a ciertas lagunas del término que incluso nosotros los enfermos no entendemos: ¿qué enfermos somos de primera generación y cuáles de segunda, cuando la enfermedad, si no te haces la prueba, puede llegar manifestarse 10 años después nunca?, ¿se puede culpabilizar a la segunda generación de afectados reclusos cuando el Gobierno, después de recomendar el no compartir jeringuillas y usar condones, no les facilita su acceso, y la oposición otorga callando?

En fin, dicha terminología no beneficia ni a la sociedad ni a la integración de los afectados; a la vez, abre la puerta a acuñaciones de nuevos términos, como abortistas de segunda generación, cancerosos de segunda generación, víctimas de circulación de segunda generación, después de haber hecho sendas campañascontra el tabaco, de prevención de accidentes de circulación o de planificación familiar.

Lo único que vemos claro es que por segunda vez se nos intenta marginar, y algunos medios de comunicación, entre ellos EL PAIS, han caído en la trampa o son de la misma opinión. Agradeceríamos que publicara esta carta, que esperamos logre anular este término que no tendría que haberse acuñado por falta de contenido científico.-

Miembro del Grupo de Autoapoyo de Enfermos y Portadores del SIDA (Comité Anti-SIDA de Madrid).