El 'caso Sócratres'

Cuando ya no es posible sostener la tesis tranquilizante para la conveniencia del hombre sin escrúpulos de E. Dupréel, expuesta en su obra La légende socratique et les sources de Platon, según la cual Sócrates fue una mera ficción literaria, se intenta una vez más "medio justificar en el fondo" la democracia que lo asesinó, transformando una vez más el crimen en ejecución, legal. Este truco es ya nipy viejo y sabe muy rancio hasta para los más necios helenistas. Resulta chocante, y cuán comprensible por otra parte, que señores como Jackson o Savater, "intelectuales hiperintegrados", arremetan virulentamente contra el VIVA incondicional y puro del profesor Agustín García Calvo, que no llega al grado de integración social y político como- para salir en la televisión en la compulsión nocturna de Fernando Savater. ¿Es que se está defendiendo cualquier tipo de democracia, incluso la más corrompida y podrida? La democracia que asesinó a Sócrates no fue aquella que modelasen Efialtes y Pericles, sino la otra que reelaboraron hombres moderadísimos como Trasíbulo, que tanto cedieron ante los enemigos, traidores y vendedores del pueblo de Atenas al amnistiarlos a casi todos (¿se acuerdan aún ustedes de nuestra malhadada reconciliación nacional?), y que vaciaron hábilmente de su viejo contenido y sentido a la "progresista" Hêliaía, dejándola convertida, en realidad, en puro dikastêrion. En todo caso, el poder del pueblo (Dêmokratía), nunca ha matado a sus filósofos cuando éstos son despertadores de conciencias e inteligencias y no meros proveedores de conocimienPasa a la página siguiente Viene de la página anterior

tos, por tábanos que sean. Y es que el pueblo nunca ha matado. El pueblo no puede matar. "Hombre..., ¿no te da vergüenza ... ?" (Apología, 30b).-