Precintadas en Cantabria 20 tragaperras de una empresa relacionada con un guardia civil

La colaboración entre la Guardia Civil y efectivos de la Brigada del Juego adscritos a la comisaría de Santander ha permitido la localización y precintado de 20 máquinas tragaperras pertenecientes a la empresa Recreativos Peña Sagra, sita en el paseo de Canalejas, 38, en Santander. La consejera delegada de la empresa es María del Sol Saiz Martínez, esposa del guardia civil José González Arozamena.

El guardia civil, de 42 años, se encuentra con permiso por baja médica desde que en marzo de 1987 resultase lesionado, junto a otros agentes, en los incidentes registrados en Reinosa en los enfrentamientos entre efectivos antidisturbios y trabajadores.El sellado de las máquinas se ha hecho por carecer de la correspondiente guía de circulación. El delegado del Gobierno en Cantabria, Antonio Pallarés, declaró ayer. que ha habido un intercambio de información y mutua ayuda entre la Guardia Civil y la policía desde que aquélla puso en conocimiento de la Brígada del Juego ciertas posibles irregularidades en las máquinas de la sociedad Peña Sagra.

La empresa se fundó en diciembre de 1987 con un capital de medio millón de pesetas. Tres meses más tarde, la consejera delegada, que posee 245 acciones de 500 pesetas, firmó un poder notarial a nombre de su marido otorgándole su representación. La esposa del guardia civil regenta también un negocio de ultramarinos en Santander. En la sede de la empresa, un contestador automático de teléfono a nombre de José González Arozamena atiende las llamadas.

La Brigada del Juego, a requerimiento de la Guardia Civil, levantó en su día algunas actas tras el reconocimiento de las máquinas tragaperras instaladas en diversos establecimientos públícos de la ciudad. Recreativos Peña Sagra está legalmente constituida, y entre sus socios fundadores no figura el guardia González Arozamena.

La Guardia Civil conocía desde hace dos años la participación de José González en las actividades de la sociedad por su presencia física en determinados bares a fin de gestionar o ultimar la colocación de máquinas tragaperras clase B, de las que en Cantabria hay instaladas unas 4.000.

La propia Asociación de Empresas Operadoras envió en julio de 1987 un escrito a la Guardia Civil llamando la atención sobre la actitud del agente.El uso frecuente de un Mercedes 190 por José González y otros datos que ponen de relieve una desahogada sitúación económica hicieron a la Guardia Civil investigar las actividades de Recreativos Peña Sagra.