Vital Alsar: "España necesita mostrar humildad a América"

El aventurero Vital Alsar, que emula desde hace años las aventuras transatlánticas de los descubridores como Colón, Francisco de Orellana y Juan de la Cosa, propone que en el V Centenario no todo se quede en "festejos, champaña y cohetes" y que España "demuestre humildad y se deje conquistar por América". Este cántabro de 55 años de edad, que ha dado la vuelta al mundo en tres ocasiones a bordo de galeones, carabelas y balsas, y que ha residido en 16 países americanos, asegura que los latinoamericanos "están traumatizados por genética; es un pueblo cruzado que está dolido, y su mezcla de sangres todavía está bullendo".

El Rey tiene la llave de oro para convertir en éxito el V Centenario, asegura Alsar en declaraciones a EL PAÍS, "porque la gente en América le ama". Las palabras que se han interpuesto en las relaciones entre el continente y España son, para el marinero, "descubrimiento y conquista", que molestan a las raíces de los antiguos pobladores de estas tierras. "Hay que reconocer que hubo pasiones, ambiciones, espada, sangre, cruz de religión, rueda de trabajo y envidia, y explicar que todos estos conceptos son igual a evolución humana", dice.El navegante continúa utilizando la misma pasión -con la que convenció a Salvador Dalí para que pintara las velas de las balsas que atravesaron los mares desde Ecuador hasta Australia para convencer a aquellos que le escuchen que el V Centenario tiene grandes posibilidades de ser un encuentro duradero.

A juicio del navegante, hay varios puntos que dan ventajas a la fecha de 1992 frente a la de 1492, "entre otras cosas, porque esta fecha ya ha caducado". Alsar propone que, 500 años después de llevar la espada, España lleve a América el corazón".

Regreso de Japón

Vital Alsar ha regresado de Japón. Después de realizar el sueño de Cipango (Japón), el lugar al que pretendió arribar Cristóbal Colón cuando América se cruzó en su camino. Allí ha atracado en 24 puertos y ha sentido que los sonidos de saludo de las sirenas de los barcos mercantes que navegan por el mar Pacífico "eran para Colón". Ahora está en Madrid para recibir esta semana un homenaje popular. Con anterioridad se dedicó a emular travesías para sacar a flote nombres que no están suficientemente reconocidos, como el de Juan de la Cosa y Francisco de Orellana. Pero Alsar tampoco olvida a aquellos 86 hombres que acompañaron a Colón, y cuando en 1992 llegue a Palos, con tres carabelas similares a la Pinta, la Niña y la Santa María, lo hará con otros 86 hombres de 36 países de América y con una representación del sueño colombino de Cipango.Los logros de la celebración del V Centenario del Descubrimiento los emplaza para largo. "Si 200 años después de 1992 hemos conseguido transmitir la idea de la paz, habremos triunfado". Por eso, su nao Mari Galante viaja con trapo blanco ondeando en uno de sus palos.