Nuevo paso hacia la partición de Líbano

Líbano ha dado un nuevo paso hacia la temida partición del país. El Gobierno musulmán que preside Salim Hoss, respaldado por Siria, nombró ayer, "a título provisional" un nuevo comandante en jefe del Ejército libanés. La decisión supone un desafio para el Gobierno cristiano que, desde el pasado 23 de septiembre, preside el hasta ahora jefe único de las fuerzas armadas, general Michel Aun.

La orden ministerial, firmada por el titular de la cartera de Defensa del Gabinete Hoss, encomienda al general Sami al Jatib, de 55 años, "cubrir el puesto de jefe del Ejército, mientras esté vacante". Este matiz pretende evitar la contestación por parte de Aun, con el pretexto de que éste desempeña ya otras funciones. Sea como fuere, Al Jatib, primer musulmán que alcanza dicha responsabilidad, se enfrenta a la difícil tarea de dirigir un Ejército ya dividido, uno de cuyos sectores, el cristiano, no reconocerá su autoridad.El embrollo legal en que vive el país tiene su origen en un peculiar sistema de reparto de poder acordado por las distintas comunidades religiosas -en función de su representatividad numérica-, en vísperas de la independencia alcanzada en 1943. Sustancialmente, el llamado pacto nacional favorece a la entonces mayoría de cristianos maronitas frente a musulmanes shiíes y suníes. La guerra que estalló en 1975 no ha permitido encontrar una nueva fórmula.

Así, cuando el pasado septiembre concluyó el mandato presidencial de Amin Gemayel sin un acuerdo para elegir su sucesor, éste nombró al general Aun primer ministro de un Gobierno provisional.

La dificultad surgió el día en que los miembros musulmanes del Gabinete dimisionario de Hoss retiraron su renuncia y decidieron constituirse en Gobierno de transición.