Numerosos polacos piden asilo político en Segovia y Ávila

Durante los últimos meses, Segovia está albergando a decenas de refugiados políticos polacos que dicen estar perseguidos por el régimen de Wojelech Jaruzelski y pertenecer al sindicato clandestino Solidaridad. Salen de Polonia con visado de turista y los aviones regresan vacíos; sólo con la tripulación. Utilizan pequeñas comisarías de policía de provincias para resolver rápidamente su situación administrativa y parten a países como Estados Unidos, Canadá o Australia. En Avila hay instalada una colonia entera de refugiados polacos que sobrepasa el número de 100, y casos similares se han presentado en otras provincias.Fuentes policiales afirman que en las instancias para solicitar el asilo político, los polacos coinciden en exponer que son represaliados por el régimen político de su país y que pertenecen al sindicato Solidaridad.

Las mismas fuentes aseguran que en últimamente, se suelen quedar autocares enteros de turistas polacos que luego vuelven sólo con el conductor y el guía, y como en la sección de extranjeros de la Brigada de Documentación de la Policía, en Madrid, los trámites tardan más tiempo, los refugiados prefieren arreglar el papeleo en pequeñas comísarías.

Esta situación ha provocado que las arcas de la asamblea provincial de la Cruz Roja de Segovia se hayan visto sensiblemente disminuidas, según el presidente, José Luis Muñoz García. Sólo en el mes de agosto, esta institución ha abonado un millón de pesetas a cerca de 50 polacos, algunos en familias enteras con niños, de acuerdo con el convenio firmado entre el Gobierno español y el alto comisariado de las Naciones Unidas para refugiados políticos.

Los fondos obtenidos por la Cruz Roja segoviana en el reciente sorteo del oro están permitiendo hacer efectivas estas ayudas.