Miguel Ángel Rodríguez fue enterrado Carabanchel entre gritos que pedían justicia

Los restos mortales de Miguel Ángel Rodríguez, el joven muerto el sábado en Villaverde por disparos de un guardia civil de paisano, fueron inhumados ayer en el cementerio de Carabanchel. Antonio Felipe Martín, amigo de la víctima, que resultó gravemente herido en el incidente, fue operado ayer y su estado es de pronóstico reservado. La Dirección General de la Guardia Civil continúa sin hacer ninguna declaración sobre el caso, mientras vecinos del presunto homicida le calificaron como "un hombre muy amable y tranquilo".

El cuerpo del joven muerto fue inhumado entre las muestras de dolor de sus familiares y de más de un centenar de amigos del barrio. Entre los asistentes se escucharon frases airadas de petición de justicia para Alonso Salazar Román, el guardia civil que el sábado, por una discusión en apariencia trivial -no podía entrar a su garaje porque el acceso estaba entorpecido por el vehículo de un amigo de la víctima-, disparó con una pistola y mató a Miguel Ángel e hirió en el cuello a Antonio.Éste fue intervenido ayer quirúrgicamente en el hospital Primero de Octubre, y se le extrajo la bala que tenía alojada entre la tercera y cuarta vértebras cervicales. Su estado es de pronóstico reservado, aunque parece que mejora.

Vecinos de Alonso Salazar -su familia ha abandonado el domicilio- aseguran que el guardia civil, que vivía en el número 14 del callejón de Gómez Acebo desde hace más de 20 años, siempre se había significado como una persona amable y tranquila. Confirmaron también que estaba en activo y algunos dijeron que estaba destinado en Barajas. Alonso Salazar está casado y tiene tres hijos.

El juez encargado del caso, José María Vázquez Honrubia, declaró ayer que el guardia civil en activo ha ingresado en la prisión provincial de Guadalajara. La Jefatura Superior de Policía y la delegación del Gobierno manifestaron que desconocían la declaración del guardia civil en comisaría.