El abogado de las mujeres que demandan a Avon dice que es un caso de 'apartheid'

Luis Suárez, abogado de las 35 mujeres que han presentado demanda de conflicto colectivo contra Avon Cosmetics por discriminación indirecta salarial por sexo, afirmó ayer, en la vista del juicio en la Magistratura de Trabajo de Madrid, que se trata de un caso de "confinamiento, de apartheid, basado en el sexo", y no, como mantuvo la empresa, en las diferentes categorías. Cerca de un centenar de trabajadores, la mayoría mujeres, abarrotaron, sentados en el suelo y en pie, la Magistratura número 19.Las demandantes, que trabajan en el almacén de productos terminados, tienen la categoría de oficialas de primera o segunda, mientras que 23 hombres son ayudantes especialistas o peones. Todas las mujeres de esas dos categorías ganan por término medio 15.000 pesetas menos.

El abogado de las mujeres describió las tareas de los cuatro grupos y consideró que al "confinar" a las mujeres a esas categorías menos remuneradas se incurre en la "discriminación indirecta" que ha legislado la CE.

La empresa, representada por el letrado José A. Sanfulgencio Gutiérrez, del despacho de Antonio Garrigues Walker, negó la existencia de discriminación, argumentó que el conflicto es económico, y no jurídico, e insistió en que la diferencia de salarios se debe a la de categorías.