El festival de promoción de la Almudena resultó un fracaso económico

Apenas un millar de personas acudieron durante la madrugada del sábado, en la explanada de la Almudena, al festival Todos hacemos Madrid, organizado por la Federación de Casas Regionales en Madrid y la Fundación Villa y Corte. Aunque la idea era, según Eduardo Rodríguez Rovira, presidente de las casas regionales, "hacer surgir el borbotón popular que acelere las obras de la catedral", la recaudación fue muy inferior a la prevista.El sistema de captación monetaria consistía en pagar un donativo mínimo de 100 pesetas a cambio de una bebida. Una multinacional de refrescos había aportado desinteresadamente 15.000 latas de cola (ése era el número de asistentes que se esperaba reunir). Todo lo recaudado iría a parar a los fondos del Patronato de la Almudena, pero cuando el festival estaba prácticamente concluido, los vendedores calculaban en pocas más de 300 las latas repartidas.

Los responsables trataron de achacar el fracaso al tiempo lluvioso y a la eliminación de España de la Eurocopa. Doce actuaciones principalmente de agrupaciones corales, estaban incluidas en el programa, junto con el estreno del pasacalles Almudena catedral, cantado por Olga Ramos y cuyos derechos de autor han sido cedidos al Patronato de la Almudena.

No faltaron el habitual maestro Izquierdo y su organillo y varias parejas de castizos, aunque el ambiente en general careció de un mínimo de calidad. Alvaro de la Calle, presidente del Comité Ejecutivo del Patronato de la Almudena, calculó en unos 1.000 millones el presupuesto necesario para concluir las obras. "Lo importante de este tipo de festivales es que levanten el sentimiento de que la catedral es de todos", señalaba ayer.