Generales y jefes, indignados por el uso de sus nombres en la estafa de las revistas

Nombres de generales -como Miguel Cuartero Larrea y Miguel Alonso Baquer- y de conocidos jefes militares -como el teniente coronel Fernando Puell, responsable de seguridad del palacio de la Moncloa- figuran como miembros de consejos de redacción de revistas cuyos responsables han sido detenidos por un delito de estafa consistente en captar publicidad para revistas engañosamente oficiales. Los militares consultados se han declarado "indignados".

, El general Cuartero Larrea, que abandonó la situación activa en 1978, figura en los consejos de redacción de las publicaciones Mando, editada en Barcelona y dirigida por Gabriel Prieto -detenido hace unos días-, y Duque de Ahumada-Guardia Civil, dirigida por el coronel Mariano Aguilar, quien ingresó en prisión el pasado viernes. El general, que se declaró "muy disgustado" por aparecer relacionado con estos hechos, dijo, con respecto a la segunda revista, que ni siquiera conocía su existencia. "No la he visto en mi vida", señaló.El general Cuartero, autor de numerosos artículos militares en diversas publicaciones, indica que sí escribe, como colaborador, en Mando, pero no tiene "nada que ver" con la administración o dirección de la revista.

El coronel Aguilar también dirige Revista de Infantería. Tanto en ésta como en Duque de Ahumada figura como miembro del consejo de redacción el teniente coronel Puell. "A mí me pidió permiso para figurar en una revista llamada Defensa, y en ninguna más", señala. "Me quedo sorprendido por la falta de responsabilidad de algunos", comenta Puefi, quien precisa que es un caso "de abuso de confianza".

Los coroneles Luis López Anglada, Valeriano Gutiérrez Macías, Julio Ferrer, Enrique Gallego o José María Gárate Córdoba -todos ellos en activa- son otros que figuran en consejos de redacción de esas revistas. Gárate Córdoba, hoy director de la revista oficial Reconquista, recuerda que Aguilar le pidió figurar en alguna revista y que le pareció "violento" negarse, pero que nunca supo nada de la actividad comercial de esas publicaciones.

En alguna de las publicaciones también figuran, ocupando supuestos cargos, destacados periodistas. Así, en la revista Sanidad, Consumo y Seguridad Social, igualmente dirigida por el coronel Aguilar, figura como jefa de sección Pilar Cernuda. "En mi vida he oído hablar de esa revista", declaraba esta periodista de la agencia Lid, quien repitió: "¿Cómo dices que se llama?".

'Cabeceras de comandancia'

El uso de estos nombres y los de las propias revistas, según la policía, hacía que los rectores de las publicaciones convencieran fácilmente a los comerciantes para incluir anuncios en sus páginas. "Delegaciones: en todas las ciudades, cabeceras de tercios y comandancias". "Redacción: personal civil y militar". La inclusión de estas frases, escudos o logotipos con tricornios hacía creer que se trataba de revistas oficiales.Germán Luis Menéndez, quien fue detenido hace varias semanas y edita varias publicaciones de ese tipo, asegura que existe fraude en esas actividades, pero no en sus revistas. Cita, por ejemplo, que en la revista Duque de Ahumada, editada por él, se incluye siempre este texto: "La revista realiza directamente la publicidad. Cualquier persona que se presente identificándose como militar o guardia civil debe ser denunciada a las autoridades". Y Menéndez añade: "Porque hay mucha gente que hace eso, pero no en mis empresas". La propia policía también investiga posibles irregularidades en las numerosas revistas que editan los sindicatos policiales. La del SUP, por ejemplo, la elabora Germán Luis Menéndez. Por sólo tres números de esta revista, llamada Unión Sindical, se calcula que el sindicato ha ingresado unos 10 millones de pesetas, según datos de la empresa editora.

En alguna revista sindical, como Policía Uniformada, de la Asociación Nacional de Policía Uniformada, el único teléfono que figura para posibles reclamaciones o protestas es el del propio sindicato. "Capitanía, dígame" o "Sindicato, dígame" son algunas frases que escucharon algunas de las miles de personas que ahora se consideran estafadas.