El Gobierno Civil restituye hoy los lienzos

El presidente de la Fundación Miró, Eduard Castellet, manifestó ayer a este diario su "inmensa satisfacción" por el hallazgo de los seis cuadros robados en la fundación. Explicó también que desde ayer por la mañana se tenían indicios de que la policía andaba hacia la recta final de su investigación. Fue el gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, quien le notificó, a las siete de la tarde, el resultado.Está previsto el acto de entrega de los cuadros para hoy, a las doce del mediodía. Castellet comentó que le alentaban los comentarios de quiénes, a primera vista, consideraban las piezas recuperadas en buen estado: "Es un primer buen indicio de que eso es así. Sin embargo, hasta que los cuadros no puedan ser analizados por los técnicos y conservadores de la propia fundación, prefiero no creer en nada. Lo que importa es que se hayan recuperado. No tengo palabras, en este momento que tanto las necesitaría, para describir mi alegría. Todo, ahora, me parece anecdótico".

La directora de la fundación, Rosa María Malet, explicó que hoy a primera hora de la mañana se trasladará a Gobierno Civil para comprobar el estado de los cuadros. "No hemos hablado aún de lo que vamos a hacer, porque durante este compás de espera no hemos querido tomar ninguna decisión hasta estar seguros de recuperar los cuadros". "Si están entan buen estado como nos han dicho y no necesitan restauración, creo que los colgaremos de inmediato en su antiguo lugar", añadió Malet.

El doctor Luis Juncosa, cuñado de Joan Miró y miembro del patronato de la Fundació Miró, explicó ayer: "Toda la familia estamos muy contentos, especialmente Pilar [viuda del pintor], que se ha emocionado terriblemente con la noticia". La recuperación de los cuadros fue comunicada a la familia por Castellet a las 19.30 horas de ayer. "Estábamos con mucha pena porque no se sabía nada", dijo Juncosa, que señaló: "Estamos de enhorabuena, primero fue la noticia de la recuperación de los cuadros del Stedellijk Museum; ahora ya nos tocaba a nosotros". Expresó su confianza en que lo sucedido "sirva de escarmiento para los ladrones de cuadros", y en que "se procure que nadie se pueda llevar una obra de la Fundació Miró empleando un martillo".