Una asociación alemana facilitó la eutanasia a una joven paralítica

Daniela M., de 27 años, paralítica desde 1983 a consecuencia de un accidente de automóvil, y que se había hecho muy popular en la República Federal de Alemania porque quería poner fin a su vida, murió el pasado día 23, en la ciudad de Karisruhe (situada en el suroeste de la RFA), tras ingerir una dosis de cianuro. Según un portavoz de la Asociación de Alemania Occidental para una Muerte Humana (DGHS), "una simpatizante extranjera" ayudó a Daniela M. proporcionándole la sustancia mortal.El caso de Daniela ha sido más conocido que, el de otros enfermos que reclaman una muerte digna porque el profesor Julius Hackethal, gran defensor de la eutanasia, intentó conseguir permiso de la justicia para ayudar a la joven. Hackethal diseñó una .máquina para morir" que, según asegura, permite a la enferma decidir el momento de la muerte. Ésta está formada por dos tubos: uno contiene una solución de jugo de fruta y el otro una solución de narcótico mortal. El juez de Karlsruhe ha ordenado que se abra una investigación.