Los nuevos clientes del INM

Ya en marcha y encauzado el plan de innovación tecnológica, a decir del director del INM, Manuel Bautista, la cúpula directiva del instituto tiene ahora en proyecto un plan cuatrienal de modernización de las 15 estaciones regionales existentes dirigido a poder ofrecer predicciones meteorológicas de alta calidad a los sectores sociales que "las reclaman cada vez de forma más exigente".El instituto está haciendo un esfuerzo innovador muy importante, argumentó el director general, Manuel Bautista, y eso hay que rentabilizarlo socialmente, ya que no, económicamente, porque el INM es el único centro europeo de este tipo cuyas informaciones son totalmente gratuitas". El instituto nació prácticamente para cubrir las necesidades de la aviación, civil y militar, y, de hecho dependía del ejército del Aire hasta que en 1977 pasa al ministerio de Transportes.

Desde 1977, la clientela civil del instituto no ha cesado de crecer. Entre los nuevos sectores interesados en disponer de una buena información metereológica se encuentran la agricultura, sector para el que el conocimiento de la predicción de heladas, aguaceros o sequías es fundamental, el turismo -los agentes turísticos de todo el mundo necesitan datos fiables para aconsejar a sus clientes sobre sus lugares de vacaciones temporales o incluso de compra de terrenos o inmuebles-, el sector de transportes, las compañías eléctricas, las agencias de seguros, entre muchos otros.

"La modernización del INM viene obligada también por la modernización de la sociedad española y, por tanto, tenemos que saber cuales son las demandas concretas de esos sectores sociales".

A este respecto, los responsables de los 15 centros regionales están encargados de tomar contactos con las grandes empresas y sectores económicos de sus ámbitos terrioriales de competencia para conocer con la máxima exactitud las necesidades en cuanto a la predicción climática. El desarrollo de este plan cuatrienal, que el director insiste en que sólo está en esbozo, aunque existe una voluntad clara de ponerlo en práctica, implica fuertes inversiones para modernizar los equipos técnicos y humanos de los centros regionales.