UGT espera un gesto del Gobierno que evite la radicalizacion de sus diputados

UGT está a la espera de que el Gobierno "tenga un gesto" que permita abordar la negociación de las retribuciones de pensionistas y funcionarios y la cobertura de desempleo, según afirmaron ayer en medios de la central socialista. Únicamente este gesto haría que el sindicato suavizara su postura sobre el papel que han de desempeñar en el debate parlamentario de los presupuestos los diputados y senadores vinculados a UGT.

Los parlamentarios de UGT estudian tres posibles alternativas en la actitud que han de adoptar en el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado: la ausencia, el voto en contra o la renuncia al acta de diputado. En medios sindicales se exige que en esta ocasión -"por coherencia y credibilidad"- se vote en defensa de las tesis del sindicato y no se repita la situación registrada durante el debate del proyecto de reforma de pensiones, en el que sólo Nicolás Redondo, secretario general de UGT, votó en contra.Aunque oficialmente el sindicato mantiene un cauteloso silencio sobre la decisión que hayan de tomar los parlamentarios ugetistas, algunos destacados dirigentes han mostrado ya su opinión sobre cuál ha de ser ésta. Justo Fernández, secretario general de banca, aseguró que "ahora se verá si los compañeros del sindicato tienen en más valor su vinculación sindical que el acta y el sueldo de diputado". Justo Fernández aclaró además que en la misma situación se encontraban los diputados de Izquierda Socialista. "También tendrán que justificar su voto a unos presupuestos que, según ellos, no son de contenido social".

La opinión del líder de banca es compartida por otros sindicalistas que defienden que "'ahora no podemos conformarnos con la actitud testimonial de Redondo". Por credibilidad y coherencia, ha de ser una postura colectiva. Oficialmente, UGT guarda silencio. Miguel Ángel Ordóñez, secretario de imagen de UGT, se remitió al comunicado difundido ayer por la organización y negó que el sindicato fuera a dar instrucciones de voto. "Siempre hemos mantenido", dijo, "el respeto más absoluto hacia la actitud de nuestros compañeros diputados. Es la conciencia de cada uno la que debe dictarle qué hacer".

El propio Nicolás Redondo había dicho en Barcelona que él aún no había decidido su voto, y que, en estos momentos, lo más importante "es negociar, estar dispuestos al acuerdo; si se agotan todas las posibilidades, ya veremos".

Lo cierto es que el sindicato espera -en expresión de uno de sus dirigentes- un "gesto por parte del Gobierno, algo que nos permita suavizar crispaciones". El gesto, según estas fuentes, consistiría en una iniciativa para que sindicatos y Gobierno discutieran los tres puntos relacionados con los presupuestos que UGT no cree posible asumir: cobertura por desempleo y retribuciones de funcionarios y pensionistas.

Carta de Camacho

Un gesto que no haga necesario poner en marcha la campaña de movilizaciones que el secretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, ha propuesto a Nicolás Redondo en una reciente carta. Camacho subrayaba la necesidad de la unidad de acción contra las medidas del Gobierno. Redondo aún no ha contestado a la propuesta, aunque ha significado que es bueno que se vayan atenuando las diferencias entre las dos organizaciones.Antonio Gutiérrez, secretario de información de CC OO, en su intervención en el acto de clausura del congreso del sindicato ferroviario se refirió también a estos temas. Gutiérrez dijo, según Europa Press, que "también ahora será la actitud del Gobierno la que provoque la conflictividad, imponiendo topes salariales a la mayoría de los trabajadores".

El dirigente sindical lamentó que fuera el Gobierno -y especialmente su presidente- el que "sirviera de punta de lanza para las reivindicaciones de la patronal". Gutiérrez destacó que existe una ofensiva ideológica de la patronal y de algunos "conversos de la vida política" que será rechazada por la ofensiva de CC OO, "y confío que también de UGT".