Continúa en coma profundo uno de los niños heridos en Zamora al manipular un artefacto

Juan Herrero Pérez, uno de los niños heridos el martes en Zamora cuando manipulaban un artefacto explosivo fabricado por ellos mismos, continúa en coma profundo en la unidad de cuidados intensivos (ICI) del hospital Virgen de la Vega, de Salamanca, donde fue trasladado dos horas después del accidente. Los médicos temen por su vida, aunque ha experimentado una leve mejoría.

Ángel Huertas Hernández y José Ignacio García Rodríguez, también afectados por la explosión e internados en el hospital provincial de Zamora, evolucionan favorablemente y se hallan fuera de peligro aunque su estado es grave. Al primero le ha sido extirpado el bazo y el segundo ha perdido varias falanges de su mano izquierda.El niño Juan Herrero, de 13 años y vecino de una dehesa, situada en el término municipal de Tardobispo, a pocos kilómetros de Zamora, fue sometido el martes a una intervención quirúrgica que duró más de cinco horas. Los médicos del servicio de neurocirugía del hospital Virgen de la Vega de Salamanca tuvieron que practicarle una plastia (parecido a un injerto) de meninge, ya que presentaba salida de masa encefálica a consecuencia de la fractura del hueso frontal. Al niño, que se halla internado en la unidad de cuidados intensivos, se le ha detectado ya una hemiparesia (parálisis) derecha, y, según Nicolás Rodríguez, director del centro sanitario, pueden quedarle secuelas en el futuro.

Los padres de Juan Herrero, acompañados de sus tres hijas -el niño es el pequeño de la familia-, permanecen en la sala de espera del hospital, informa María del Mar Rosell. "Son cosas de críos. Son tan difíciles de aclarar... Yo no meto la mano en nada ni por nada porque es un niño, igual que otro", decía ayer la madre, Mercedes Pérez, con voz a veces temblorosa. "Hoy nos encontramos más tranquilos porque le hemos visto media hora y mueve su cabecita, las piernas y los brazos".