Golpe de efecto del general en el aeropuerto de Antofagasta

Golpe de escena en el aeropuerto a la salida de Juan Pablo II de Chile hacia Argentina: fuera de todo protocolo y contradiciendo las declaraciones hechas la noche anterior por el portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls, el presidente chileno, general Augusto Pinochet, pronunció un discurso ante el Pontífice. Es la primera vez que en un viaje papal un presidente de Gobierno dirige la palabra en la despedida del Papa tras haber sido pronunciado el discurso oficial del Pontífice.Según informó Navarro Valls en el avión hacia Buenos Aires, el presidente había expresado en la mañana su voluntad de decir unas palabras al Papa. Sin embargo, ya el diario más importante del país, El Mercurio, había anunciado por la mañana no sólo que el presidente iba a hablar, sino que anticipaba algunos de los temas de su discurso.

Pinochet dijo, entre otras cosas: "Santo Padre: la tarea que estamos afrontando, y de cuyo éxito depende la realidad y los valores decisivos, como la soberanía y el ser nacional, exige un esfuerzo supremo de todas nuéstras potencialidades. Su magnitud exige que este esfuerzo nacional reciba el auxilio desde arriba", como solicitando al Papa que apoye su política.

Pidió oraciones al Papa "para que se aclaren todas las amenazas que perturban la convivencia y su desarrollo". El presidente chileno afirmó también: "Vuestro esfuerzo ha estado concentrado en ofrecemos como jefe visible del cuerpo místico de Cristo perspectivas de esperanza basadas sobre la fe". Y añadió: "Su Santidad ha realizado una verdadera encarnación en Chile, hasta sentirlo como uno de nosotros. Ha confirmado los valores espirituales y morales que tienen como base nuestra identidad histórica y cultural. ( ... ) Que la solidaridad y el espíritu de fe cristiano imperen en lugar de los mezquinos intereses individuales".

El presidente Pinochet concluyó su discurso con estas palabras: "Padre Santo, que Dios guíe sus pasos".

En el avión, comentando humorísticamente las palabras del general Augusto Pinochet al Papa, un periodista italiano afirmó: "Pinochet ha bendecido la visita de Juan Pablo II a Chile y ha dado al Papa su bendición apostólica".