París no teme a Nostradamus

"El viaje de Juan Pablo II a Lyón se desarrollará exactamente según estaba previsto", declaró ayer un portavoz del Ministerio francés de Asuntos Exteriores a este periódico. Ni los últimos atentados ni mucho menos las profecías de Nostradamus -que, según una reciente interpretación, deberían llevar a concluir que en Lyón sería asesinado el actual Papa- han hecho variar ni un ápice las previsiones del Gobierno francés respecto al viaje, previsto para el día 4 de octubre.Se da la circunstancia de que en Lyón es donde se encuentra la cárcel en la que cumple condena Georges Ibrahim Abdala, el libanés cuya libertad exigen los autores de la ola de atentados que está aterrorizando estos días París.

El prefecto del departamento del Ródano, delegado para la policía, Georges Bastelica, señaló en una conferencia de prensa, el pasado miércoles que el viaje se desarrollará según unos criterios de "liberalismo, asistencia a la población y máxima ausencia de dificultades". Ocho mil policías asegurarán el servicio de orden, tanto en los lugares de concentración como en los 42 kilómetros de recorrido de los dos papamóviles que llegarán desde Roma. Otro medio centenar de policías están recibiendo un entrenamiento especial, desde hace dos meses, para escoltar al Papa.