El cese de Vestrynge

( ... ) A Fraga le va a resultar dificil convencer de que su resolución no es la respuesta a las manifestaciones del secretario general, quien se había convertido en el abanderado -aunque no hubiera sido el primero en enunciarlas- de dos propuestas que afectaban al propio Fraga. Verstrynge se ha mostrado este verano claramente favorable a la candidatura de Fraga para la alcaldía de Madrid y ha insistido en la necesidad de una dirección colegiada para el partido.Verstrynge se había convertido en la cabeza visible del naciente movimiento en favor de la renovación del liderazgo de la derecha. No cabe duda que ha acabado siendo víctima del poder del líder puesto en discusión. Pero acaso su sacrificio sea a la larga una prueba más, la más tangible, de la necesidad de sus ofertas.

Fraga ha demostrado que está dispuesto a mantener la disciplína en su partido a costa de lo que sea, pero ha reducido la disciplina a la adhesión incondicional a su persona. Con la ejecución política del secretario general, Fraga ha vuelto a mostrarse como lo que era, dando paso a su verdadero yo, largamente simulado. Fraga no admite la discrepancia y exige ( ... ) que los demás se acomoden a él.

Decidiendo por sí mismo, como si Verstrynge fuera un simple gobernador civil y no un cargo ya arraigado en el partido, Fraga ha confirmado que no permite cába las sobre su persona y que no está dispuesto a ceder ni un gramo de su poder presidencialista y omnímodo. De paso ha cerrado las es peculaciones sobre su pretendida candidatura a la alcaldía de Madrid y sobre la posibilidad de su relevo, y ha advertido a quienes pensaban que Alianza Popular permitía el debate público que todas las elucubraciones son posibles siem pre que previamente haya dado su consentimiento el jefe. ( ... )

, 3 de septiembre