La oposición surafricana denuncia que miles de detenidos se encuentran ahora desaparecidos

Dirigentes blancos opositores al régimen de segregación racial implantado en África del Sur, denunciaron ayer que el Gobierno del presidente Pieter Botha ha detenido a unos 12.000 negros desde la implantación del del estado de emergencia, en vez de los 8.500 reconocidos oficialmente en las nóminas difundidas esta semana."Suráfrica está ahora a la cabeza de los países del Tercer Mundo en cuanto al número de detenidos-desaparecidos", dijo la dirigente Helen Suzman en un debate transmitido por televisión en el que se enfrentó dialécticamente con el ministro de Ley y Orden, Luis le Grange.

Suzman y otros dirigentes del pequeño Partido Progresista Federal (PFP) han pedido la dimisión del Gobierno surafricano, pero su moción no tiene ninguna posibilidad de triunfar frente al gubernamental Partido Nacional, que posee 127 de los 178 asientos del Parlamento del país.

El líder del PFP, Colin Eglin, calificó la labor de la Oficina Gubernamental de Información -única autorizada para informar de detenciones de negros desde la innplantación del estado de emergencia- como "totalmente inadecuada y distorsionadora".

Le Grange atribuyó la violencia racial a la acción de agitadores comunistas y aseguró que las fuerzas de seguridad continuarán cumpliendo su labor "con todos los medios a su alcance".