Ruiz-Mateos no pudo presenciar la vista de su recurso contra la fianza de 300 millones

El recurso de apelación presentado por los abogados del financiero jerezano José María Ruiz-Mateos contra la imposición de la fianza de 300 millones de pesetas para acceder a la libertad provisional se celebró ayer a puerta cerrada ante la sala de vacaciones de la Audiencia Nacional, Ruiz-Mateos, que acudió a la citada Audiencia acompañado de su hijo Zoilo y sus abogados Ramón Pelayo y el catedrático de derecho penal Juan Córdoba, no pudo presenciar la vista por decisión del tribunal.

Al concluir la sesión, los defensores de Ruiz-Mateos explicaron que el financiero no se va a sustraer a la acción de la justicia y, argumentaron que al haberse retirado la acusación de estafa, sólo quedan pendientes dos acusaciones de falsedad de documentos, por lo que, en caso de que fuera encontrado culpable, la pena máxima que se le podría imponer sería de un año de prisión, pena que tiene ya prácticamente cumplida con el tiempo que Ruiz-Mateos ha pasado en prisión preventiva.

Los defensores señalaron también que 300 millones de pesetas por dos delitos de falsedad constituyen una fianza desmesurada.

Ruiz-Mateos, en conversación con los periodistas, afirmó que había solicitado una entrevista con Solchaga y elogió la actuación del Gobierno socialista en materia económica, aunque criticó que "se estén gastando cantidades ingentes en estos pleitos". "Es una pena", añadió, "que no se busque una solución entre las dos partes en esta contienda que a nadie beneficia". El financiero expresó su deseo para que en España se acabe "este cáncer terrorífico que es el paro", y destacó que en la actualidad, con la entrada en la CE, la paridad del dólar y el precio del petróleo, las condiciones para crear empleo son inmejorables.

Ruiz-Mateos insistió en que abandonó la prisión, por la información que recibió sobre amenazas de muerte y dijo que "alguien mueve los hilos para que yo haya tenido que abandonar la prisión".