El Ayuntamiento de Cartagena pide la paralización del plan de Bazán

El Ayuntamiento de Cartagena acordó ayer solicitar al Instituto Nacional de Industria (INI) que paralice el plan de viabilidad de Bazán, que prevé el despido de 600 trabajadores en la factoría que la empresa tiene en dicha ciudad. Para la misma hora en que se celebraba el pleno municipal estaba prevista una concentración en favor del mantenimiento de los puestos de trabajo en las empresas públicas, de las que depende en su mayor parte la economía cartagenera. Por este motivo, la patronal se unió a la protesta, cerrando los comercios una hora y media antes de lo previsto.Más del 85% de la vida económica de esta localidad murciana depende del funcionamiento de las empresas estatales. Al anuncio de la reducción de plantilla de Bazán hay que sumar el plan de viabilidad de EMP, con el que 500 trabajadores de los 1.200 adscritos a la empresa en Cartagena perderán en el plazo de cuatro años su puesto de trabajo. Además se producirán reajustes en otras empresas del valle de Escombreras, como son Campsa, Enfersa o Peñaroya, entre otras.

El censo de parados de Cartagena alcanza la cifra de 8.000 en un municipio de 175.000 habitantes. Según el presidente del comité de empresa de Bazán, José Luis Romero, "la reducción directa de puestos de trabajo en las empresas públicas repercutirá en todas las familias que indirectamente viven de los sueldos del Estado".

Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Cartagena, Manuel Martínez, afirmó que "toda la ciudad se resentirá. Si las. empresas no son rentables y tienen que adecuar la plantilla a la capacidad de trabajo, hay que buscar otras alternativas. Mientras no las haya, debe paralizarse todo lo que suponga destrucción de empleo".

La moción de urgencia aprobada por todos los grupos políticos del Ayuntamiento (PSOE, PCE, CP y Partido Cantonal) señala los dos sectores en los que habría que invertir para salvar la economía de la zona: el turismo y la agricultura. El Ayuntamiento, que tiene mayoría socialista, acordó expresar al presidente de Bazán su preocupación por la marcha de las negociaciones del actual convenio.