El presidente expropia 250 hectáreas en Ciudad de México

El presidente de México, Miguel de la Madrid, decretó ayer la expropiación de 7.000 propiedades con una extensión de 250 hectáreas en cuatro delegaciones del centro de la capital, en la zona devastada por el terremoto del pasado 19 de septiembre. La medida, calificada de "sin precedentes" por el regente de la ciudad, Ramón Aguirre, tiene como fin la realización de un programa de reordenación urbana que deberá concluir en un año.

El anuncio de la expropiación, basado en el artículo 4 de la Constitución, se hizo público en el curso de un acto constitutivo de la Comisión de Reconstrucción del Área Metropolitana y el decreto apareció publicado en el Diario Oficial el viernes.El regente de Ciudad de México dijo en un discurso que la decisión permitirá sustituir las viviendas dañadas por otras que ofrezcan seguridad a sus habitantes y resolver los problemas sociales de las zonas afectadas. Aguirre añadió que, "asimismo, se ensancha el camino para que los habitantes participen democráticamente en la reconstrucción de su ciudad a través de fórmulas autogestionarias".

La decisión de expropiación fue acogida con satisfacción en los barrios afectados, donde los moradores tenían el temor de verse desalojados y perder el entorno en que vivieron. Los medios de comunicación lanzaron también las campanas al vuelo. En el telediario de la noche del viernes de Televisa, el presentador, Jacobo Zabludovskí, dijo que la medida es la más importante reforma de la ciudad desde la fecha de la conquista.

Los propietarios de los inmuebles expropiados serán indemnizados en los próximos 10 años, según las posibilidades financieras del distrito federal y con arreglo a los valores catastrales declarados, que parece serán actualizados a la hora de estimar el justo precio. La medida de expropiación encaja dentro de un intento político del Gobierno y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de recuperar la confianza popular, seriamente dañada en las últimas tres semanas.