Lluís Pasqual dirige en París una ópera de Berio sobre texto de Calvino

La temporada del palacio Garnier, de París, se iniciará hoy con la dirección escénica de Lluís Pasqual, director del Centro Dramático español, de La vera storia, ópera del compositor Luciano Berio, escrita por Ítalo Calvino. Nella festa, tuto (En la fiesta, todo) es la idea central del texto construido por el gran escritor italiano recientemente desaparecido, Ítalo Calvino, y Luciano Berio, una de las figuras clave de la música contemporánea.Para su ópera La vera storia, Luciano Berio creó un papel especial pensando en Milva, cantante italiana descubierta por Paolo Grassi cuando era director del prestigioso Piccolo Teatro de Milán. Además de Milva, que actúa como narradora y cuya voz no responde al clásico esquema operístico, los solistas que aparecen en La vera storia son Livia Budai, Valeri Popova, Antonio Savastano, Lajos Miller y Luigi Roni, entre los principales.

En palabras de Ítalo Calvino, en La vera storia se describe una "fiesta popular impetuosa de vitalidad y de alegría, que se transforma poco a poco en un rito de sacríficio, una explosión de violencia, una rebelión, una lucha desesperada". Se trata de una fiesta "siempre diferente pero que constituye el elemento de continuidad de la ópera", donde, al final, se propone una imagen casi de utopía.

La ópera se divide en dos partes, que "son dos maneras de contar la misma cosa", explica Lluís Pasqual, porque La vera storia no existe; podría haber una tercera o una cuarta. manera, pero lo que cambia es el sitio y la manera en la que están dispuestos".

El texto cantado por el barítono en la primera parte puede ser recitado por el coro en la segunda, pero con la música utilizada para la actuación de la soprano. "Es una ópera y, al mismo. tiempo es un espectáculo de teatro musical. Es un ejercicio de estilo sobre la música y sobre el texto en el teatro musical", subraya Lluís Pasqual.

La obra comienza con una procesión y con la ejecución de un hombre en una plaza, delante de una "masa dividida entre la participación sádica, el horror y la indignación", explicaba Calvino.

"De ese protagonista colectivo que es el coro" cuenta Lluís Pasqual, "se destacan unas figuras casi sin nombre que representan las voces de la ópera".