El jefe del espionaje francés denuncia un plan para destruir sus servicios secretos

El nuevo jefe del espionaje francés, el general René Imbot, denunció ayer un intento de desestabilización de los servicios secretos franceses en el caso del Rainbow Warrior. El general Imbot indicó que ya había "cortado las ramas podridas" en el seno de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), el espionaje francés, acusado de haber perpetrado el atentado del 10 de julio contra el barco de la organización ecologista Greenpeace Ra¡nbow Warrior en el puerto neozelandés de Auckland.

"He descubierto, para mi más profunda estupefación, una malévola operación para desestabilizar a nuestros servicios secretos", manifestó René Imbot a los informadores. El general Imbot, que sustituyó el pasado miércoles al jefe de la DGSE, el destituido almirante Pierre Lacoste, no quiso descubrir si alguna potencia extranjera estaba implicada en esa operación contra los servicios secretos galos.

"Cualquier información que se pretenda obtener ahora de este servicio será una mentira", precisó Imbot, refiriéndose a las numerosas filtraciones que permitieron a la prensa divulgar lo que ocurrió ,en el sabotaje del barco. El nuevo jefe de la DGSE se negó a decir si los cinco oficiales y suboficiales franceses detenidos hasta ahora y que el jueves fueron acusados de esas filtraciones están involucrados en el compló denunciado.

El escándalo levantado por el atentado contra el buque ecologista ha provocado no sólo el relevo de Lacoste, sino del ministro de Defensa, y hay quien pide la dimisión del primer ministro, Fabius.