El capitán general de Zaragoza ordena "agotar la investigación" sobre la muerte de un soldado

El capitán general de la Quinta Región Militar (Zaragoza) ha ordenado que se incorpore a la causa que se instruye por la muerte del soldado Ángel Zamorano Rojo el 10 de junio de 1984, durante unos ejercicios de guerrilla realizados en Jaca (Huesca), el dictamen del forense civil que asistió a la autopsia practicada al cadáver más de nueve meses después de la muerte. Asimismo, ordena la práctica de otras pruebas para "agotar la investigación de los hechos". El forense citado descarta la tesis del rebote de una bala mantenida hasta ahora por la autoridad militar como causa de la muerte del soldado.La abogada Francisca Cobos, en nombre de los padres del soldado fallecido, pidió al capitán general de Zaragoza que uniera el citado informe forense a los autos. El informe, realizado a instancias de los familiares del soldado por el forense civil Julio Amigo Hernández, descarta "con absoluta certeza" que el disparo fuera efectuado por la misma víctima" y que alcanzara a la víctima "después de haber rebotado sobre una superficie dura" (veáse EL PAÍS del 2 de julio último).

Con fecha 3 de julio pasado, el teniente general Baldomero Hernández Carreras acordó acceder a la peticion de incorporación del informe forense. Asimismo, y de acuerdo con el informe de su auditor, el capitán general ordenó también, a fin de agotar la investigación, la práctica de una prueba pericial mediante la que se determine la potencia de tiro de un subfusil de las mismas características del que produjo la muerte del soldado. En cambio, el capitán general denegó a la abogada el conocimiento de las actuaciones. La negativa se fundamenta, de acuerdo con el informe del auditor, en la prohibición taxativa del artículo 452.2 del Código de Justicia Militar de ejercitar acción privada en las causas militares, salvo en los delitos sólo perseguibles de oficio.