Un sindicato de la Policía Nacional acusa al obispo Setién de discriminación

El Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) acusó ayer al obispo de San Sebastián, José María Setién, de "discriminar a los policías nacionales destinados en el País Vasco y considerarlos feligreses de otro país". El portavoz de la ejecutiva del SPPU, Javier Melo, informó que el pasado lunes un grupo de policías nacionales pidieron al obispo Setién que en sus homilías hiciera un llamamiento a favor de la integración de la policía en la sociedad vasca, a lo que les respondió que no era su problema porque los consideraba "feligreses de otro país".

El obispo de San Sebastián, según el mismo portavoz, añadió a los agentes destinados en la comisaría de la ciudad guipuzcoana que "sus problemas deben solucionárselos sus capellanes castrenses".

A este respecto, el SPUU ha hecho pública una nota en la que se "critica y denuncia duramente la actitud discriminadora y de marginación del clero vasco y de los profesores de las ikastolas con respecto a los policías nacionales allí destinados". La crítica se hace, según la nota, "especialmente a la actitud de monseñor Setién, el cual hace una distinción claramente separatista" por las referidas afirmaciones. El SPPU considera que el obispo de San Sebastián "discrimina de la religión católica a los policías nacionales que intentan integrarse en la vida normal de la sociedad vasca". También denuncia este sindicato la "actitud radical" de profesores y alumnos autóctonos de las ikastolas, de donde "son rechazados los policías nacionales que intentan aprender euskera para un mejor servicio a la sociedad vasca".

En el comunicado del SPPU se pide, además, al Ministerio del Interior que acondicione las nuevas instalaciones policiales en Aldapeta (San Sebastián) para albergar a policías de la reserva general, a fin de que "puedan vivir como personas y no como animales".