Los 'diez' acuerdan prorrogar las ayudas oficiales a la siderurgia

Los ministros de Industria de los diez llegaron en la madrugada de ayer, tras meses de discusiones, a un acuerdo que abre la posibilidad de nuevas ayudas nacionales a empresas siderúrgicas en dificultad. También lanzaron una dura crítica contra las prácticas proteccionistas de Estados Unidos.Varios países -Francia, Italia y, en menor medida, los del Benelux- querían inyectar más fondos nacionales en sus empresas siderúrgicas. Bonn se oponía si no mediaba a cambio una reducción suplementaria de capacidad de producción de estas empresas.

El compromiso alcanzado otorga a la Comisión Europea poderes para decidir caso por caso estos nuevos subsidios, acompañados eventualmente, si así lo decide la Comisión, de una reducción de capacidad de las empresas en cuestión si es necesaria para que alcancen su viabilidad financiera.

El mismo objetivo

Pues el objetivo sigue siendo el mismo que se fijó la Comunidad Económica Europea con su plan de crisis en 1980: cesar totalmente las ayudas nacionales al sector el 31 de diciembre de 1985, objetivo que será, sin embargo, difícil de mantener. Entre 1980 y 1985, la Comunidad Económica Europea habrá reducido en unos 30 millones de toneladas su capacidad de producción de acero, que era de 170 millones en 1980. En este plazo se han perdido unos 200.000 puestos de trabajo.

Francia pedía una inyección suplementaria equivalente a 250.000 millones de pesetas en sus empresas, e Italia, unos 180.000 millones de pesetas. Los países de la Comunidad Económica Europea se han gastado ya unos 3,7 billones de pesetas en la reestructuración de este sector.

Los diez criticaron también duramente la política comercial de EE UU, pues el proteccionismo de Washington hacia el sector siderúrgico norteamericano puede llevar "a un profundo deterioro de las relaciones comerciales" trasatlánticas. Se referían a la negativa norteamericana de autorizar importaciones de tubos comunitarios para la construcción de un gran oleoducto en Estados Unidos y a las presiones de Washington para limitar las importaciones de productos siderúrgicos semimanufacturados provenientes de la Comunidad Económica Europea.

Los diez han encargado a la Comisión que estudie medidas de represalia en caso de que EE UU diera pasos unilaterales que fueran en contra de los actuales acuerdos comerciales existentes. La Comunidad Económica Europea ha afirmado que actuaría con "el mayor vigor" ante estas medidas unilaterales.